Bien robusta ella, aun estando a rebosar, aguantaría perfectamente el peso, contenta de albergar productos para buenos paladares.
En estas enobaldas, la idea inicial es tener una buena selección de vinos (y otras delicatessen) de la zona, para disfrute de los clientes de la tienda donde se ubica.
Nacho quería una puerta cercana a las tradicionales de la Sierra, pero con un aire remozado, y esta es la que más le gustó de los varios modelos de que hablamos. Pues así se hizo.
¿Asturias? No Hervás, en el norte de Cáceres. Un lugar que nos fascina.
Fue muy agradable pasar aquí la noche de fin de año. 
